como una caléndula silvestre
que se marchita, y se ennegrece
antes de que llegue la primavera.
Ahora ya no existen flores en jardines
que brillen de rocío,
pues ella reflejaba con su color
a las demás;
pero te vas, te vas y respondes:
Yo es que soy muy poeta.
Y qué poeta.
Rondará por siempre
en la primera parada intergaláctica en mi psique.
Ya nunca me pregunto
«¿qué es la vida?»
Un tesoro, un bien preciado;
pero es aún más que eso:
es todo aquello que nos ha regalado.
Obra inconclusa,
se ha marchado
sin haber podido remediar
el mal de este mundo:
pero es aún más que eso:
es todo aquello que nos ha regalado.
Obra inconclusa,
se ha marchado
sin haber podido remediar
el mal de este mundo:
Me engancho mis cadenas
y salgo guapa pa' la calle,
me detengo y observo
el planeta lleno de villanos.
Condenados a resistir
hasta que por fin aprendamos.
Desde que Gea se cansó
la dama del futuro vive en Venus.
Y aún ahí, a lo lejos, se sigue escuchando:
Déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo.
Yo os invoco hijas de Eva, buscando una luz.
En mis escritos nunca añado explicaciones que se vinculen directamente con el lector. Esta ocasión es distinta, en este poema sí tengo una explicación que dar: Ana Isabel García, conocida artísticamente como Gata Cattana, era una politóloga, poeta y rapera cordobesa. El pasado dos de marzo, con tan solo 25 años, falleció por muerte cerebral provocada por falta de oxígeno a causa de un shock anafiláctico. Su corazón ahora mismo está latiendo vivamente en otro cuerpo (al igual que sus otros órganos), pues ella fue bondadosa hasta el final. Todos los versos que están en cursiva son frases de canciones suyas.
Por honor a ella, a su música, a su poesía... y a su gran labor como activista de conciencia feminista, publico este poema en su memoria, como signo de aprecio hacia su indudable arte y lo que nos legó en su corta vida. Gracias, compañera.
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