sábado, 11 de marzo de 2017

Dreri andaluz

Mi alma nació el siete de marzo.
Vi de sus ojos brotar flores amarillas y
mientras los míos brillaban como el cuarzo;
no hay metáforas gongorinas
ni Romanceros gitanos
que describan, quizá, su pestañeo
como vuelo de golondrinas celúreas;
su voz, quizá, como el canto
de un flamenco bañándose
en un mar rosado;
ningún verso de un maldito poeta
contó que su mirada alunada
reverbera en corazones 
llenándolos de música.

Ningún poeta pudo llegar a ser sincero
en versos que escribieron en noches tristes.
No existieron dichos pesares nocturnos,
no conocieron jamás la soledad natural
del lecho y el esfuerzo mental
por tratar de personificarla a tu lado;

el dolor de no poder recordar
la melodía sibilante de sus labios,
no sintieron jamás el dolor
lejos de algún tipo de ritual poético;
dicen: el dolor que causa mi amor por ti
quema como el hielo
y se equivocan: el amor funde el hielo
en su calor pasional.


Desde que recorrió mi interior el dreri andaluz
ha expirado de mí todo tópico amatorio,
se
des
  bor
     da
 todo lo que cupo en mí

y te ama,
 no como la gente adulta dice amar

sino de verdad.



domingo, 5 de marzo de 2017

Últimos versos para Gata

Expiró breve como un suspiro,
como una caléndula silvestre
que se marchita, y se ennegrece
antes de que llegue la primavera.

Ahora ya no existen flores en jardines
que brillen de rocío,
pues ella reflejaba con su color
a las demás;
pero te vas, te vas y respondes:
Yo es que soy muy poeta.

Y qué poeta.
Rondará por siempre
en la primera parada intergaláctica en mi psique.
Ya nunca me pregunto
«¿qué es la vida?» 
Un tesoro, un bien preciado;
pero es aún más que eso:
es todo aquello que nos ha regalado.

Obra inconclusa,
se ha marchado
sin haber podido remediar
el mal de este mundo:
Me engancho mis cadenas 
y salgo guapa pa' la calle,
me detengo y observo
el planeta lleno de villanos. 
Condenados a resistir
hasta que por fin aprendamos.

Desde que Gea se cansó
la dama del futuro vive en Venus.
Y aún ahí, a lo lejos, se sigue escuchando: 
Déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo

                            Yo os invoco hijas de Eva, buscando una luz.



En mis escritos nunca añado explicaciones que se vinculen directamente con el lector. Esta ocasión es distinta, en este poema sí tengo una explicación que dar: Ana Isabel García, conocida artísticamente como Gata Cattana, era una politóloga, poeta y rapera cordobesa. El pasado dos de marzo, con tan solo 25 años, falleció por muerte cerebral provocada por falta de oxígeno a causa de un shock anafiláctico. Su corazón ahora mismo está latiendo vivamente en otro cuerpo (al igual que sus otros órganos), pues ella fue bondadosa hasta el final. Todos los versos que están en cursiva son frases de canciones suyas. 
Por honor a ella, a su música, a su poesía... y a su gran labor como activista de conciencia feminista, publico este poema en su memoria, como signo de aprecio hacia su indudable arte y lo que nos legó en su corta vida. Gracias, compañera.