sábado, 12 de julio de 2014

La Visita

Durmiendo yo me encontraba
y de repente alguien a mi habitación llama,
oigo el toc, toc y digo,
"¿Quién es el llamador?",
"Déjame abrir el postigo
solo quiero entrar en tu alcoba", me contestó.

Me desperté al completo de la modorra
y con delicadez abrí el portón caoba;
delante de mí una mujer sonriente de blanca tez,
"Hola, soy tu mejor amiga, nos volvemos a ver
otra vez.". Dijo la mujer, y en un arrebato
de escasa sensatez la invité a pasar para tomar té.

"¿Quién es usted? ¿Es una vieja amiga de la infancia?"
le pregunté, pues mi mente no quería pensar
por su vagancia,
"Soy la mujer que aparece
cuando la compañía perece;
soy la soledad que te acompañará siempre que lo necesites;
cuando escribes, cuando fumas, cuando sufres,
solo cuando la soledad te abruma.".
Me decía la mujer, con una sonrisa de oreja
a oreja,
y yo mientras, con la mirada perpleja:

"Esto no puede ser", me decía a la vez que
fruncía el ceño, "debe de ser un sueño,
no puedo estar despierto".
Y con empeño solo pensé en cómo
hacer desaparecer a la mujer.

"¿Ocurre algo? ¿Sienta mal despertar del letargo?"
Me preguntaba la pálida dama, "No, yo solo pensaba...
¿No tienes casa? La noche acaba, alguien debe echarte en falta".
"No, señor escritor", me contestaba,"Mi casa reside
en su corazón; pues soy producto de su más profunda
imaginación; desesperada por un atisbo de atención."

En un estado anonadado pensé: Puestos a
escoger, lo mejor será estar solo que
creer vivir acompañado.
"Me desharé de ti, Mujer", me levanté,
"He de acabar con la soledad por mi bien,
encantado de haberla tratado y disculpe
mi desdén; pues no quiero enloquecer
y fenecer en el psiquiátrico,
prefiero mi ático pequeño y asilado
de todo ser errático.".

"Ha sido muy grato este rato, señor escritor,
entiendo su tormento, aunque le aviso;
éste es su destino desde niño." me aconsejó,
"Son nobles sus prendas, escasas sus ofensas,
buena es su educación y fuerte es el bastión
que le protege cuando la soledad contra usted
atenta, tenga suerte y esté siempre alerta.".

Dejó de hablar y desapareció,
desperté y me puse a pensar
en el día en que hablé
con la soledad.